El Bombita
Dicen que los seres humanos solemos comprender mejor las situaciones en las que nos encontramos cuando escuchamos ejemplos de historias ...
Simón Fisher (Ricardo Darín) es un ingeniero experto en explosivos cuyo vehículo es remolcado por una grúa debido a que estaba presuntamente mal estacionado. El conductor no puede dejar de pensar que se trata de una injusticia y decide ir a reclamar la anulación de la multa, con el riesgo de llegar tarde al cumpleaños de su hija. Después de un intento frustrado de vencer la burocracia, termina pagando la infracción y llega tarde a la fiesta. Su mujer, enfadada por su tendencia a defraudarla y «encontrar una excusa para todo», le pide el divorcio. Al día siguiente, Simón va al Gobierno de la Ciudad, a solicitar que le anulen la multa, pero de nuevo se lo deniegan. En medio de esa situación, estalla en ira y golpea con un extintor de fuego el panel de vidrio del empleado público que lo estaba atendiendo. El caso se vuelve famoso, pierde su trabajo y durante los trámites de divorcio, la abogada de su mujer usa el evento como un argumento para pedir que el ingeniero no posea la tenencia compartida de su hija. Simón, irritado y extenuado de no conseguir otro trabajo, se ve obligado otra vez a sacar su coche que nuevamente se encontraba mal estacionado. Cansado de esto, pone explosivos en su vehículo y lo estaciona mal a propósito para que sea remolcado. La posterior explosión del centro de remolque tiene un impacto tremendo en los medios y «Bombita» se transforma en un ídolo en las redes sociales, un ídolo de la gente harta del infierno burocrático. Al final del relato, la mujer y su hija le llevan un pastel de feliz cumpleaños al ingeniero, quien se encontraba encarcelado, festejando el día como una familia feliz mientras los demás presos lo felicitan eufóricamente.
Cuando Szifron envió el guion a Darín, este le dijo que lo veía posible en dos historias; tras leerse el guion 2 o 3 veces, Darín concluyó «que su corazón estaba más cerca» de este personaje.
La película está dedicada al padre de Szifron, fallecido en 2013, quien introdujo a su hijo en el mundo del cine.
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The Bombita
They say that human beings tend to understand better the situations in which we find ourselves when we hear examples of stories ...
Simón Fisher (Ricardo Darín) is an expert explosives engineer whose vehicle is towed by a tow truck because it was presumably wrongly parked. The driver cannot stop thinking that it is an injustice and decides to go and demand the cancellation of the fine, at the risk of being late for his daughter's birthday. After a frustrated attempt to beat the bureaucracy, he ends up paying the ticket and is late for the party. Her wife, angered by her tendency to let her down and "find an excuse for everything," asks for a divorce from her. The next day, Simón goes to the City Government, to request that the fine be canceled, but again they deny it. In the midst of this situation, he explodes in anger and hits the glass panel of the public employee who was treating him with a fire extinguisher. The case becomes famous, he loses his job and during the divorce proceedings, the lawyer for his wife uses the event as an argument to ask that the engineer not have joint ownership of his daughter. Simón, irritated and exhausted from not getting another job, is once again forced to take out his car, which was again badly parked. Tired of this, he puts explosives in his vehicle and purposely misplaces it to be towed away. The subsequent explosion of the trailer center has a tremendous impact on the media and "Bombita" becomes an idol on social networks, an idol of people fed up with bureaucratic hell. At the end of the story, the woman and her daughter bring a happy birthday cake to the engineer, who was imprisoned, celebrating the day as a happy family while the other prisoners congratulate him euphorically.
When Szifron sent the script to Darín, he told him that he saw it as possible in two stories; After reading the script 2 or 3 times, Darín concluded "that his heart was closer" to this character.
The film is dedicated to Szifron's father, who died in 2013, who introduced his son to the world of cinema.
